Descifrando los misterios del Universo desde la Estación Espacial Internacional

Los rayos cósmicos son partículas cargadas que llegan hasta la Tierra procedentes del espacio exterior. Su medida nos proporciona información tanto de los mecanismos que los produjeron, usualmente fenómenos muy violentos en el Universo, como de los procesos que sufrieron en su recorrido hasta nosotros. En particular, los rayos cósmicos de origen galáctico no solo nos aportan información relevante para entender estos procesos dentro de la Vía Láctea, sino que abren una ventana a estudios de física fundamental como la búsqueda de materia oscura o la posible detección de antimateria de origen primordial.

En los últimos años, el auge de la investigación espacial ha permitido la construcción de experimentos de rayos cósmicos en el espacio, que actualmente están proporcionando medidas directas con una precisión sin precedentes. Estos resultados desafían nuestro actual entendimiento acerca del origen y propagación de los rayos cósmicos en nuestra galaxia y han dado lugar a una revolución en el campo en la que nuevas teorías y propuestas intentan explicar las recientes observaciones.

El experimento AMS-02 es un detector de rayos cósmicos situado en la Estación Espacial Internacional, un enclave privilegiado para la medida directa y precisa de los rayos cósmicos. Tras más de 10 años de toma de datos continuada, sus resultados plantean interrogantes a los modelos tradicionales. ¿Te animas a descubrirlos?